El Plan contempla dos ámbitos: el de las inversiones, y el de las reformas.
Los nuevos instrumentos comunitarios de financiación Next Generation son una ocasión extraordinaria para desplegar un Plan ambicioso que impulse la recuperación económica y la modernización de la economía.
Sin duda se trata de una excelente noticia para el sector de la edificación y construcción, y que también exigirá a las empresas del sector un grado de innovación relevante para lograr la adjudicación de los distintos concursos que se convoquen.
«Este es el plan económico más ambicioso y trascendental de la historia reciente de España». Así ha sido anunciado por el Gobierno de España el segundo borrador oficial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuya versión definitiva presentará España a lo largo de este mes a la Comisión Europea.
El Plan contempla dos ámbitos: el de las inversiones, y el de las reformas. En el ámbito de las inversiones, y más allá de la crítica recibida desde la bancada política nacional y relativa a que las líneas del Plan son “muy genéricas”, lo cierto es que el fin de este documento es marcar una directriz general sobre los ámbitos, sectores y proyectos -tractores de la economía- objeto de inversión. Y el documento cumple el objetivo.
Sin embargo, y ahora nos situamos en el verdadero problema del Plan presentado, existe una preocupación importante a nivel europeo, por las características, ausencia o falta de consenso en el ámbito de la Reformas. En especial, de las más básicas: reforma del mercado laboral, del sistema de pensiones y de la política fiscal. Los Estados miembros de la Unión Europea van a prestar especial atención al Plan que, definitivamente, se presenta ante la Comisión Europea: en la medida en que España es, potencialmente, el segundo mayor destinatario de los fondos extraordinarios europeos. Por ello, es esencial alinear y consensuar a nivel nacional las distintas Reformas -y, en consecuencia, asumir un nivel importante de sacrificio-, para evitar el bloqueo o, incluso, la pérdida parcial de unos fondos que España necesita.
Los nuevos instrumentos comunitarios de financiación Next Generation son una ocasión extraordinaria para desplegar un Plan ambicioso que impulse la recuperación económica y la modernización de la economía. Estos nuevos mecanismos proporcionaran a España hasta 140.000 millones de euros en transferencias y créditos en el periodo 2021-2027, que se unirán al resto de instrumentos previstos en el Marco Financiero Plurianual para impulsar inversiones y reformas en los ámbitos prioritarios a nivel europeo: apoyar la transición ecológica y la transformación digital, impulsar un crecimiento sostenible e inclusivo mediante el aumento de la productividad y el crecimiento potencial, la I+D y un mercado interior eficiente con fuertes pymes, reforzar la cohesión social y territorial, aumentar la resiliencia sanitaria, económica, social e institucional, y desarrollar políticas para las generaciones futuras, niños y jóvenes, en particular mediante la educación y la capacitación profesional.
El Plan de Recuperación se articula a través de 212 medidas a aplicar hasta 2026, de las que 110 son inversiones y 102 son reformas. De los 140.000 millones en transferencias y créditos que recibirá España de la UE, casi 70.000 se desplegarán entre 2021 y 2023 para inversiones públicas. Por materias, el grueso de ese montante irá principalmente a transición ecológica (39% del total) y digital (29%), así como en educación y formación (10,5%) e investigación y desarrollo (7%). Las diez mayores inversiones supondrán un total de 49.710 millones de esos casi 70.000. Entre esas inversiones, a tres años vista, interesa destacar, por su elevado importe, las partidas correspondientes a la estrategia de movilidad sostenible, segura y conectada (13.200 millones de euros, y la correspondiente a la plan de rehabilitación de viviendas y regeneración urbana (6.820 millones de euros).
Ésta última partida adquiere especial importancia en la medida en que funcionará como dinamizador de un sector empresarial e industrial -el de la edificación, construcción- intensivo de mano de obra y, en cierta medida, impulsor de la recuperación económica. Buena parte de la inversión prevista (recordemos, 6.820.000.000 €) se utilizará para convocar licitaciones públicas cuyo objeto será
i) la rehabilitación sostenible del parque público institucional, con una visión integral y para todo tipo de edificios de uso público: (administrativo, educativo, asistencial, deportivo, sanitario, cultural o de servicio público, etc.) y resultado del Programa de Impuso de la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP) desarrollado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) en colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) y
ii) abordar la ejecución de edificación de vivienda protegida, bajo criterios de eficiencia energética, que se contemplarán en los distintos planes de vivienda de cada Comunidad Autónoma.
Sin duda se trata de una excelente noticia para el sector de la edificación y construcción, y que también exigirá a las empresas del sector un grado de innovación relevante para lograr la adjudicación de los distintos concursos que se convoquen: de facto, asistiremos en los próximos años a un matrimonio entre operadores especializados en el sector de la edificación, y agentes propios del ámbito de la eficiencia energética.